Por: Albert P. Collins
Especialista en economía
Actitudes proteccionistas de México y fuertes fallas diplomáticas ponen en riesgo la unidad de uno de los más fuertes bloques comerciales del mundo.
Los enormes desatinos diplomáticos por parte de los tres países, Canadá, Estados Unidos de América y México, en especial este último, que conforman uno de los bloques comerciales más fuertes a nivel mundial está al borde de su desintegración, por lo menos como lo conocemos, a pesar de su indiscutible éxito y beneficios en la calidad de vida de los miembros del bloque.
Cabe recordar que el origen de este acuerdo se remonta a 1994, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con lo que se conformó el bloque comercial más grande del mundo, mismo que posteriormente, el 30 de noviembre de 2018, las tres partes firmaron un nuevo acuerdo y que entró en vigor el 1 de julio de 2020.
«Estás negociaciones permitieron retener los elementos clave de esta relación comercial, así como incorporar disposiciones nuevas y actualizadas, destinadas a resolver los denominados desafíos comerciales del siglo XXI, y promover puntos de venta de las tres naciones.
Es importante subrayar este acuerdo condujo al crecimiento económico y contribuyó a elevar el nivel de vida de la población de los tres países», señala Forbes en un análisis editorial.
Sin embargo, desde que Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos, y posteriormente en 2021, se empezaron a suscitar una serie de acontecimientos que afectaron a todo el mundo: el recrudecimiento de la guerra comercial con Asia, especialmente con China, la pandemia del Covid-19 y la posterior invasión de Rusia a Ucrania que han desembocado en una serie de modificaciones y acciones que repercutieron en las prioridades de los tres gobiernos, que -cabe destacar-, se han visto dominados por discursos y acciones populistas, con un severo daño a la imagen del libre comercio.
Por una parte, Canadá, ensimismada en sus deficiencias productivas, por la fuerte caída en su productividad, debido al envejecimiento de su población y el desinterés de los jóvenes para reintegrarse a las fuerzas laborales; Estados Unidos además de lo mismo que su vecino del norte dirigió su mirada a Europa y Asia, como lugares prioritarios por la guerra comercial y armada,; y México, con un gobernante extremadamente demagogo y populista, orientado a un regreso al ostracismo y a un paternalismo gubernamental, deja en situación endeble el bloque comercial.
De hecho, este último país, México, con un Presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que evidencia su marcado interés por destruir los avances de lo que el llama neoliberalismo, es quizás la gota que está a punto de derramar el vaso.
Incluso, en días pasados, en sus ya famosas «Mañaneras» en México, con una canción «Uy qué Miedo» de música tropical del cantante ya finado Chico Ché, se burló de la posibilidad de sanciones comerciales por parte de las otras naciones del TMEC, por sus acciones proteccionistas en el sector energético, favoreciendo las paraestatales Comisión Federal de Electricidad (CFE), y Petróleos Mexicanos (Pemex), en clara afectación a firmas de los otros países.
Más clarificador de las intenciones de AMLO es que, tras las fuertes críticas y reclamos por dicha burla, adelantó que anunciará su postura en el marco de la celebración cívico militar del 15 de septiembre, cuando se conmemora la Independencia de México, es decir, en un entorno militar y por tanto nacionalista, se hará la respuesta que a todas luces regresará a un México con políticas proteccionistas.
Incluso, dichas acciones proteccionistas contrarias a leyes internacionales en defensa del medio ambiente, son parte del gran conflicto jurídico que todo parece indicar acabará en sanciones fiscales a México, lo cual ahondará la ya fuerte recesión que afecta a México y que ya casi ronda el 10% de inflación.
Este escenario parece tener un parangón similar a aquellos discursos de gobernantes y políticos mexicanos de las décadas de 1970 y 1980, cuando el enemigo favorito era el «imperialismo yanqui», y que actualmente solo las dictaduras disfrazadas de gobiernos supuestamente de izquierda en Cuba y Venezuela.
Por lo pronto, las expectativas no son nada positivas, en especial porque, como ya se dijo, el mundo está inmerso en diferentes grandes conflictos globales, y que de insistirse en una desintegración comercial de uno de los más fuertes bloques comerciales, solo traerá fuertes desgracias para los pueblos de los tres países, en especial para México.